25 de abril. Una oportunidad para recordar nuestra responsabilidad en el Bienestar Infantil.
El 25 de abril es el Día para la lucha contra el maltrato infantil y se crea para fomentar los Derechos de la Infancia a nivel mundial, así como para concienciar a la colectividad sobre las consecuencias del maltrato contra la infancia. Es una oportunidad para recordarnos que todos/as somos responsables del respeto a los Derechos de la Infancia.
La red de municipios que forman parte de Abisur (San Miguel de Abona, Adeje, Arona, Granadilla de Abona, Fasnia, Arico, Santiago del Teide, Guía de Isora y Vilaflor de Chasna), junto con el Cabildo Insular de Tenerife a través del IASS y concretamente la Unidad Orgánica de Infancia y Familia, con la intención de dar visibilidad a este día, aúnan esfuerzos para visibilizar la importancia de esta fecha desarrollando una serie de actuaciones dirigidas a la comunidad en general y de manera particular a las familias, la infancia y los centros escolares.
El pasado 20 de noviembre, fecha en la que se conmemora la firma y posterior ratificación de la Convención de los Derechos de la infancia, los y las profesionales de los equipos de infancia y familia dedicaron espacio para reflexionar acerca de los indicadores de promoción del bienestar infantil desde la Administración local y la labor de los y las profesionales municipales de atención a la infancia.
Este proceso generó la necesidad de poner en conversación la mirada de estas personas adultas con la infancia, dando pie a un proceso pionero donde otorgar a los niños, niñas y adolescentes voz acerca de su percepción sobre la actuación deseable por parte de la administración local. Para dar rienda a esta intención, así como al derecho a la participación que otorgan los Tratados Internacionales y disposiciones legales a los niños y niñas, se desarrolló la I Asamblea Intermunicipal para la promoción del bienestar infantil, con representación de niños, niñas y adolescentes y profesionales de la atención de la infancia de los municipios de: San Miguel de Abona, Adeje, Arona, Granadilla de Abona, Fasnia, Arico y Santiago del Teide.
En este día, que tuvo como principales protagonistas a los niños, las niñas y adolescentes, se ha querido poner una mirada positiva, que focaliza en los gestos y actuaciones que desde las administraciones locales pueden impulsarse para lograr el bienestar así como en los gestos y atención que los niños y niñas desean recibir por parte de los y las profesionales que les atienden y acompañan.
¿Si te preguntaran qué es tratar bien a un niño y una niña, que respuesta te vendría a la cabeza? ¿Podrías imaginar que respuestas otorgarían los niños y las niñas con los que te relacionas?Aún nos resuenan y nos remueven las respuestas de las que fuimos testigos privilegiados y que nos confirieron la responsabilidad en su trascendencia. Para ellos y ellas tratar bien a un niño/a y/o adolescente es no gritarle, es hablarle con respeto, es hacer valer su derecho a la igualdad y no discriminación, es acompañarle, darle apoyo emocional, es compartir tiempo con el/ella, apoyo en las tareas y en los problemas, es dar un trato amable, incondicionalmente amable, es escucha y respeto a su opinión.
Para lograr el bienestar infantil en el contexto municipal, los niños, niñas y adolescentes necesitan que desde las administraciones locales se garanticen espacios para el juego, para la práctica deportiva, se ofrezca una educación de calidad, se promuevan actividades para conocer el entorno en el que crecen y viven, que se faciliten recursos para la atención emocional de los niños y niñas, máxime en estos tiempo que nos han tocado vivir, y que se garantice espacios (talleres, actividades..) donde los niños y las niñas puedan socializar, compartir con otros y otras iguales, mayores o menores y que se facilite la oportunidad de ser escuchados y escuchadas en aquellos aspectos que les afectan. Los niños y las niñas manifiestan que quieren y necesitan vivir en entornos limpios y saludables, dotados de recursos que puedan dar cobertura a sus necesidades y con ajuste a las diferentes edades que componen la infancia, necesitan y demandan espacios urbanos para su uso y disfrute y que estos sean respetados y conservados adecuadamente. Solicitan colaboración a las administraciones para facilitar el acceso de todos/as los/as niños, niñas y adolescentes a las nuevas tecnologías y también que se eduque en su buen uso. Demandan, también, a las administraciones espacios donde los niños y las niñas puedan comunicar sus intereses y sus necesidades, las propias y las de sus familias.
¿Cumple/promueve tu entorno municipal estas actuaciones?
A los y las profesionales cuyo desempeño se relaciona con la atención a la infancia y la adolescencia, nos solicitan que se les escuche, y que sus opiniones y propuestas sean tenidas en cuenta, que se sometan a reflexión; nos proponen que garanticemos que la información que se les facilita sea clara y honesta, que se detengan a explicar las cosas y que garanticen que la información ha sido comprendida. Nos piden que se ponga una mirada atenta a sus necesidades, que se les tratemos con respeto y reconozcamos sus bondades y capacidades, que tengamos en cuenta sus problemas, no por ser niños/as son problemas menores. Los niños, las niñas y adolescentes necesitan sentir nuestro apoyo, nuestro respeto, que nos ajustemos a sus ritmos y que seamos incondicionalmente amables.
Ponen en valor a los y las profesionales que hacen que su voz llegue más alta, a los y las que no insultan, no gritan, no pierden la paciencia; a los y las que son empáticos, que permiten que se equivoquen, que median en los problemas y les aportan seguridad; a los y las que les hacen la vida más divertida y no por ello restan importancia a los asuntos que les afectan o dejan de responsabilizarse en la búsqueda de solución.
A los y las testigos de este espacio, en estos días nos acompaña como un eco una frase resonante: “QUEREMOS VER EN USTEDES A LOS ADULTOS QUE QUEREMOS SER”.
Puede acaso una frase sugerir mayor compromiso y responsabilidad: ser espejo de buen trato, tratar bien para ofrecer un modelo de buen trato, es sin duda el mayor reto en la intervención por la promoción del bienestar infantil.